Artes Escénicas


"Hay momentos donde el alma vibra, este es uno", Gisell García Cruz, Estudiante de Economía y asistente del taller de Tango. Compañero de baile: Kamel Bultaif.  Pontificia Universidad Javeriana Cali . Noviembre 10 de 2016 . Lo de ÍÑIGO, Milonga Javeriana










PRINCIPIO TIENE LA EXPRESIÓN CORPORAL CON LA DANZA CONTEMPORÁNEA
Por: Betty Johana García Guzmán Participante del taller
y externa de la universidad Javeriana.


"La Expresión Corporal es danza, una danza al alcance de todos y la danza no es solo un arte, es un modo de vivir, un modo de existir". Patricia Stokoe.

"El espacio dinámico, con sus maravillosas danzas de tensiones y descargas, es la tierra donde el movimiento florece. El movimiento es la vida del espacio. El espacio vacío no existe, entonces no hay espacio sin movimiento, ni movimiento sin espacio. Todo movimiento es un eterno cambio entre condensar y soltar, entre la creación de nudos de concentración y unificación de fuerza al condensar y de la creación de torsiones en el proceso de sujetar y soltar. Estabilidad y movilidad alternan sin fin."
Silvana Cardell.

“Todo viaje, aunque tenga 1000 leguas, comienza con un solo paso”.
Lao Tsé.

He accedido a la invitación por parte de la maestra Irene García al ejercicio de memoria. Fue en el año 2015 que empecé a participar en el taller de Danza Contemporánea y recordar cómo fue esa primera clase, el cómo sentía mi cuerpo en ese momento me implica darme cuenta de algunas de las cualidades del movimiento como pesado, tensionado, con algún dolor muscular crónico, relajado, fatigado, desequilibrado, descoordinado - hacia, con, por delante, por atrás, para el lado, primero la derecha o la izquierda o ¿la otra? Además sin la atención a mis pensamientos, mis emociones, mis sentimientos o a mi respiración mientras hacía el estiramiento, la técnica, la improvisación o la corta coreografía. Resulte siendo crítica de mi cuerpo, ese cuerpo totalmente vivo pues tenía la duda si me encontraba en el lugar indicado, porque quizás no fueron suficientes los conocimientos previos adquiridos en la infancia o la adolescencia en alguna expresión corporal: teatro, ballet, folklor u otros. En ese instante yo era la principiante, me sentía tímida de moverme y al hacerlo no podía estar al mismo nivel que los demás, no entendía del ritmo que cada uno tiene para convertirse en “luthier” de su propio cuerpo. Pero más difícil fue ser reconocida por el otro, quería ser invisible ante la maestra, aunque más complejo resulta entrar en relación con el otro, estar en contacto con ese sujeto ajeno perteneciente a la comunidad javeriana o externo a la universidad - que ocupaba el mismo espacio. Ese bella sala de Expresión Corporal cuyo piso de madera se extiende para dibujar las formas poéticas del movimiento, el gran espejo lateral para que cada uno de nosotros vea su propio reflejo y podamos reconocer la postura, el gesto, la expresión, la comunicación de nuestro cuerpo ese que día a día llevo conmigo. Al finalizar estaba descargada, sudada y muy cansada pero con otra sensación en el cuerpo. Tal vez volví a la siguiente clase porque soy terca con mis deseos y mis posibilidades, quiero conectarme con mi cuerpo que está en continuo cambio y no lo escuchó. Además, cuando danzamos individual o en colectivo siento la bonita energía que me brinda el lugar, la gente y la calidez de la maestra. Con el transcurso del tiempo y la dedicación por hacer lo que más me gusta regreso con sorpresa de mi cuerpo al moverse, al crear y expresarse a través de la Danza Contemporánea porque se va adquiriendo una memoria corporal y principio tienen las cosas. 

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